Soy docente hace algo de nueve años (empecé antes de culminar la universidad) y creo que fui aprendiendo en el camino pues para empezar, en la universidad nunca pasamos de los exámenes de conocimiento; fue en mi segunda IIEE que empecé a conocer las listas de cotejo y rúbricas; un mundo totalmente nuevo y que me tomó muy desprevenida. Al ser docente de II.EE., no se me ofrecen las mismas oportunidades de capacitación oficial que a quienes trabajan en los centros estatales; así que el evaluar que puedo aplicar en estos días, es producto del autoaprendizaje.
Con la cantidad de alumnos que tengo a cargo cada año, evaluar exclusivamente contenidos es lo más tentador; pero como los aprendizajes van mas lejos, busco emplear otros tipos de evaluación, así empecé el empleo de las listas de cotejo y rúbrias principalmente.
Suelo elaborar mis propias rúbricas según el proyecto en curso y como guía empleo los indicadores de logro que se desarrollarán en la unidad, bimestre o durante la duración del proyecto. Ya que ahora tenemos “indicadores de logros” en vez de “indicadores de evaluación”, puedo construir rúbricas orientadas a capacidades, competencias y actitudes, que es justo lo que necesito en el ABP.
He visto muchos ejemplos de cómo algunos docentes emplean rúbricas virtuales para evaluar a sus estudiantes; mi IIEE no cuenta con aula virtual para esto, preparar yo misma el espacio para más de quinientos alumnos sobrepasa mi capacidad; por tal empleamos las rúbricas en papel, no es algo que me encante; pero he tratado de adecuar las acciones a mi realidad.
También hay evaluación de contenidos, y es permanente, ya sea de forma oral o escrita y por lo regular dejando una semana, dado el perfil de mi II. EE.; pero, también es permanente la evaluación de habilidades; ella me permite incluso redireccionar un proyecto o implementar más recursos que permitan a los chicos conseguir las competencias señaladas.
¿Cómo empleo las rúbricas?
Suelo emplear las rúbricas desde el planteamiento del proyecto o del desarrollo de la unidad, cuando el tiempo va en contra trabajo actividades. Por lo general es una rúbrica que es empleada para autoevaluación coevaluación y heteroevaluación. Las rúbricas son añadidas al cuadernos de clase (en mi clase no pedimos portfolio, sino que el cuaderno de clase lo empleo con ese rol, en él no va mis productos, sino los productos de mis estudiantes).
Emplear las rúbricas con cada uno de los quinientos estudiantes no es algo sencillo, no puedo tomar producto por producto y señalas los puntos que tiene en cada parte; por eso las rúbricas que empleo son más una guía para que los estudiantes sepan qué estoy buscando en ellos o en sus productos. Entonces, durante el desarrollo de proyectos o actividades ellos recurren a las rúbricas para verificar en qué condiciones están sus productos.
En algunos casos, antes de entregar sus trabajos, ellos mismos me dicen “ya está profesora, pero creo que sale con un dieciséis.” O también “Ya revisé profe y todo lo que dice está aquí”.
Rúbricas e indicadores.
En la práctica, una rúbrica no siempre me genera un calificativo para el registro; por ejemplo, el proyecto del museo trabajo diez indicadores de logro y toda la guía de evaluación estaba comprendida en una rúbrica, por tal solo generaría un único calificativo; por eso desde el inicio, aclaro a los estudiantes que la evaluación es por indicadores y la rúbrica la guía que “traduce” cada indicador. En esos casos, al momento de entregar calificativos, suelo añadir una pequeña tabla a producto (entrego la tabla sola si el producto es virtual). Explico qué indicador guarda relación con cada aspecto de la rúbrica, así queda claro cómo se evaluará y evito confusión en los estudiantes y alguna queja de los padres que no comprendan el mecanismo.
La evaluación en mi centro.
En cuento a mi centro, es uno “Pre-universitario” una propuesta que busca facilitar el ingreso a la universidad estatal (sólo tenemos una en mi región) que aun evalúa contenidos; así que los contenidos son el centro de las clases en el centro. Trabajar por proyectos en mis clases ha sido el reto más grande, pues no puedo ir en contra del perfil de la II.EE. pero también reconozco la necesidad de guiar a los estudiantes para algo más que marcar las respuestas de un test de contenidos claves. Ya comprenderán que debo trabajar el tema con pinzas, buscando que los directivos aprueben el mecanismo; afortunadamente, los estudiantes son los más ansiosos por emplear estar estrategias de evaluación que además de señalarles una nota, es permite aprender de sus errores para mejorar.