top of page
Foto del escritorAleyda Leyva

¿Por qué no gusta aprender historia?


Estoy llevando el curso Didáctica de la historia y en esta primera unidad abordamos el tema tan temido para los profesores ¿Por qué no gusta aprender historia? Este es el primer resumen de aprendizajes:


En esta unidad abordamos los problemas que enfrenta la enseñanza-aprendizaje de la historia; así los podemos resumir en:

1. El objetivo de la historia

Jean Piaget nos habla del desarrollo del pensamiento formal durante el periodo en que los chicos entran a la secundaria, que es cuando hacen su primer acercamiento a la historia más como ciencia y menos como cuento; esta propuesta piagetana ha direccionado el objetivo de la historia en que los estudiantes deban "comprender conceptos que pueda expresar de manera formal".

Mario Cruntezo va más lejos y explica que la historia, como asignatura, debe ir más lejos y su rol es "enseñar a pensar históricamente" en donde el Hecho Histórico adquiera significabilidad para el estudiante y en donde la clase de historia no sea la narración de cuentos que puedan resultar divertidos o aburridos, sino la narración histórica necesaria.

2. El rol del libro texto

Otro aspecto que contribuye a que nuestros estudiantes sientan adversión al aprendizaje de la historia es la consagrada presencia del libro texto como única fuente de la verdad. Estos libros textos se caracterizan por ser largos y aburridos, en mayor o menor medida carentes de rigurosidad; son escritos por intelectuales para intelectuales, no para estudiantes y ponen énfasis en la memorización. Aunque se dedican a aborda la historia, se concentran en el dónde y cuándo dejando de lado el por qué, cómo y sus respectivas consecuencias.

Todo esto origina la falta de comprensión del hecho histórico, entonces es cuando el estudiante descubre que "repetir como loco es bueno porque permite aprobar los exámenes".

3. La ideología

La narración histórica también cuenta con una variable que debe ser tenida en cuenta desde el planeamiento hasta ejecución de las actividades curriculares, es la IDEOLOGÍA; entendemos como ideología al discurso de poder escrita y narrada por vencedores y que responde a intereses. La ideología puede responder a ideas políticas, religiosas, culturales y son formuladas deliberadamente, son presentadas como pensamiento coherente y racional (aunque no lo sean) y con ella se pretende organizar a la sociedad. Queda en evidencia la manipulación que hace la ideología en donde las minorías son invisibilizadas, es entonces cuando la ideología ya no refleja la realidad.

¿Para qué se usa la historia?

Es posible hablar de tres tendencias que pueden ser empleadas por los políticos, los comunicadores sociales o por el docente en su aula:

  • Humanistas: La historia es el instrumento para el regreso a las metas liberales.

  • Eficienticistas: La historia responde al capitalismo.

  • Igualitaristas; La historia es el instrumento para la reforma social.

4. La evaluación

La evaluación empleada para controlar los aprendizajes de la asignatura de historia se basa en estrategias de comprobación, estas estrategias validan la importancia de la memorización lo cual genera que el aprendizaje de la historia no tenga impacto en la vida cotidiana como sí lo puede tener las matemáticas. La memorización conlleva a tres problemas que son más que evidentes:

  • El estudiante no comprende lo que fijó en la memoria.

  • No hay proceso de significación.

  • La información no se integra a ninguna estructura cognitiva.

Es por esto que se hace necesario replantear el sistema evaluativo y que sea direccionado a poner en evidencia:

  • Que la historia no es cíclica.

  • Que la historia no es repetitiva.

  • Que la historia no es predictiva.

  • Que la historia está en constante construcción.

El aprendizaje de la historia y su evaluación deben propiciar procesos intelectuales profundos que reten al alumno y le hagan crecer como persona. Este es el pensamiento complejo reflexivo (Edgar Morín) que consiste en interactuar en diferentes dimensiones de lo real.

Una primera propuesta de acción:

Si se es docente de historia se sabe bien que el primer problema para establecer la didáctica de la historia es la abundacia de contenidos que deben ser trabajados en muy poco tiempo; es "obliga" a trabajar para el examen y no para el desarrollo del pensamiento reflexivo; a esto aumentaría la cantidad de alumnos asignados; este año sobrepaso los 500 y el número es relativamente bajo comparado con otros años, entonces lo primero que urge es Definir el objeto de estudio de la historia (contenidos).

Una vez definido el objeto de estudio, se hace necesario replantear la didáctica de la historia en el aula; así como las ciencias naturales emplean el método científico que les corresponde, es momento que la historia emplee su método científico como didáctica para su enseñanza, no se trata de que el estudiante sea un historiador; pero sí que desarrolle las habilidades claves que corresponden a esta ciencia; para esto:

  • Debe entender que el conocimiento histórico está en permanente construcción.

  • El alumnado debe elaborar su propia hipótesis.

  • El estudiante debe ser capaz de explicar sus propios resultados.

  • El profesor debe regular el proceso y no ser la fuente de la verdad (junto al libro texto).

  • El profesor debe regular el análisis de fuentes.

  • El profesor debe inducir el pensamiento.

  • Debemos buscar que el estudiante adquiera un conocimiento crítico válido para el presente.

Propuesta de un nuevo paradigma por Carlos Barros

Antes de definir el nuevo paradigma, Barros hace una reflexión sobre el rol del docente, pues aunque hablemos de metodologías activas, el docente sigue siendo clave para su desarrollo. En resumen (y para hacer la lectura menos tediosa):


En la actualidad, según este investigador, se puede observar dos modelos metodológicos en cuanto a la enseñanza de la historia, el modelo anglosajón en el cual los estudiantes trabajan en equipos y deciden el tema, la forma de investigar, el material que deben emplear para al final presentar un producto, y el modelo latino (España y Francia principalmente) en donde es el docente quien define el contenido de la asignatura y es presentado como facilitador, además, cobra importancia el libro texto.

Barros habla de la necesidad de un consenso o equilibrio entre los SABERES + COMPETENCIAS + VALORES en donde los tres elementos sean iguales de prioritarios; no hay duda que al menos, con esta parte de la propuesta, estoy claramente a favor.

No me detendré mucho en el análisis que realiza sobre el sistema español, pero sí, en las metodologías que rescata para defender la importancia del saber y el rol docente en el trabajo por competencias.

Competencias y tendencias.

Desde el año pasado vivimos el cambio curricular en el área de (ahora) Ciencias Sociales; si bien tenemos ejes temáticos, están señalados tan superficialmente que al momento de diseñar el año escolar queda la duda sobre qué contenido debe involucrar; parece dejar mucho a la percepción docente. Acoto esto como prueba del argumento presentado por Barros: "Todo lo que excluye contenidos, oculta valores mercantiles" ya sea de forma consciente o inconsciente.


Bien, es evidente que Barros no concuerda con Sumatra Mitra (y yo también). Volviendo al tema, para desarrollar la nueva propuesta pedagógica se hace necesaria una alianza entre la historia investigada y la historia enseñada.

Características de la nueva metodología.

La nueva metodología deberá ser global, es decir que contemple los SABERES + COMPETENCIAS + VALORES como parte de la misma necesidad y en donde la narrativa histórica entienda que la historia actual está condicionada por el contexto actual, por intereses políticos y sociales y, por el mismo historiador. Esta historia enseñada debe demostrar que somos los constructores de una historia inacabada.

Para conseguir lo señalado, la historia debe ser aprendida mediante fuentes: El trabajo con fuentes es parte positiva del trabajo por competencias, así esta tendencia parte de la propuesta piagetana de educar experimentalmente (autoaprendizaje). Para conseguirlo es necesario que el docente se encuentre preparado en el método propio de la ciencia histórica. Pero emplear fuentes solo generará cambio si estas son empleadas para desarrollar una educación en valores críticos, solidarios y democráticos.

Además la historia debe educar en valores como la paz. democracia, justicia, igualdad, tolerancia, etc. Educar en valores requiere de un docente con valores definidos, ya que él será el ejemplo y guía.

¿Y la tecnología?

La tecnología puede ayudar a la democratización del aprendizaje motivando el interés del alumno, promoviendo la autonomía; pero sin embargo, no puede haber innovación parcial, sino que debe ser global.

No hay duda que es momento de "rediseñar" el proceso de enseñanza - aprendizaje de la historia; el curso está resultado muy significativo y sé que habrán muchos aprendizajes que mejorarán mi práctica docente.


2082 visualizaciones

Entradas relacionadas

Ver todo
ale sf.png
  • Black Facebook Icon
  • Black Twitter Icon
  • Black Google+ Icon
  • Black Pinterest Icon

Aleyda A. Leyva Chévez

Soy profesora de Ciencias Histórico Sociales y Filosofía. Docente por vocación, inspirada por mis estudiantes para innovar cada día.

bottom of page