Comparto con ustedes este artículo publicado hoy en el diario local La Industria. Aunque es un artículo sin muchas pretenciones, podrá ser un llamado de atención para aquellos que inician en el tema (que a estas alturas ya se ha hecho más que conocido).
Hoy nadie duda que el mundo es muy diferente al de hace 30 años, pero nadie duda también, que en nuestras escuelas el método de enseñanza es igual al de hace 30 años, ¿por qué pasó eso?
Creo que estos suceden porque no se ha reconocido que hoy el alumno es diferente al de ayer. Nuestros estudiantes han nacido en un mundo digital. Están acostumbrados a tener un control remoto y escoger un canal entre los más de cien sin pararse de su asiento.
Nosotros sólo disponíamos de dos o tres canales y para cambiar teníamos que acercarnos al televisor. Hoy se conectan con sus amigos a través de las redes sociales y a interactuar simultáneamente varios cuando lo desean. Para interactuar con nuestros amigos teníamos que esperar llegar al colegio o que nos den permiso para salir y jugar con ellos en el barrio. No existía la simultaneidad de la que hoy disponen los niños.
Cuando entendemos y aceptamos esas diferencias uno puede ver con claridad que tenemos que cambiar radicalmente la forma en que estamos enseñando a nuestros estudiantes.
Hoy en día, es tal cantidad de conocimiento humano que es imposible que un profesor lo sepa todo. Hoy los contenidos están en las manos de nuestros alumnos con el celular. Hoy el acceso que los alumnos tienen a la información jamás la hemos tenido. Es por ello que un sistema educativo entendiendo esas diferencias, tiene que integrar la tecnología con los procesos de enseñanza y aprendizaje. El uso de la tecnología en educación no significa solamente tener computadoras en el colegio y que los alumnos aprendan a usar el Word o Excel, o tener proyectores multimedia para reemplazar la pizarra por una digital. Significa que debemos trabajar con una metodología donde los alumnos exploren el conocimiento humano con la tecnología y que no estén amarrados a un solo libro de texto por curso. Significa que deben interactuar digitalmente, conectarse con otros estudiantes, indagar colaborativamente (en grupos) construir sus propios conocimientos y que el profesor se convierta en un facilitador del proceso de aprendizaje.
Quizás algunos puedan pensar que esto sólo es posible en las escuelas privadas caras, pero no es así, esto es posible en todas las escuelas del Perú. Hoy la tecnología está a disposición de todos, no es costosa, internet cada vez está más presente en los hogares peruanos y el presupuesto público del sector educación es cada vez más alto, por lo que no debería ser imposible tener una educación de calidad y una verdadera integración de tecnología y profesor. Sí, claro, me pueden decir que no tenemos profesores preparados en nuestro sistema ¡pues preparémoslos! ¿Por qué no? ¿Quién nos lo impide? Tenemos en nuestras aulas a miles de maestros con vocación y pasión que día a día trabajan incansablemente por nuestros estudiantes y estoy seguro que estarían dispuestos a transformar la forma en que se enseña en las aulas de todos los colegios de nuestro querido Perú ¡sólo falta la decisión de hacerlo!
Si se me permite opinar, es un artículo sencillo que dice lo que ya se ha dicho hasta al cansancio; pero, que sin embargo necesita seguir diciendo y diciendo porque aun no se evidencia el cambio que necesitamos en las escuelas.