Recuerdo que cuando aun estaba en la universidad se me presentaron una serie de nuevos paradigmas en la educación, los cuales cambiaron para el momento que empecé a ejercer, y aun hoy siguen cambiando... es entonces que estos paradigmas son planteados concibiendo a la realidad de forma estática, como si en mil años más la vida, el trabajo, la escuela y todo en general fuera a permanecer inmóvil.
Pienso que uno de los grandes problemas es el énfasis puesto en los contenidos, que aunque si bien es cierto algunos paradigmas no los priorizan, en la práctica docente sigue siendo el eje del planeamiento del proceso de enseñanza y aprendizaje, que son presentados como absolutos, cuando en realidad sabemos que el conocimiento se crea y recrea a cada momento; de allí que surge como necesidad vital el plantear un paradigma pensado en la capacidad de adaptarse a los cambios que vendrán, que busque desarrollar en los alumnos el pensamiento creativo y la toma de decisiones, que les enseñe a aprender y reaprender, todo esto acompañado del desarrollo de una conducta ética que les permita guiarse en el proceso de aprendizaje. El mundo actual requiere de alumnos que aprendan a ser productores y no sólo reproductores.
Aunque esta problemática es bien reconocida por la mayoría de docentes (incluso por los más "tradicionalistas") a pasos muy cortos se avanza, ya que estas ideas no encuentran cabida en un sistema educativo en el cual el docente no recibe la preparación adecuada, en donde las universidades seleccionan a sus alumnos por su capacidad para memorizar datos y los padres eligen las IE de acuerdo al número de ingresantes que consiguen colocar en estas universidades y , en donde el Estado establece políticas educativas que no satisfacen las necesidades en infraestructura y tecnología que un muevo paradigma requiere.
¿Cuál es el rol de las TIC en este nuevo paradigma? Todo esto explica la necesidad de incluir las tecnologías en un nuevo modelo educativo, pero como medio para el logro de los objetivos propuestos, y aunque esto ya se ha dicho, el problema es que quienes lo sabemos formamos un grupo más o menos pequeños de docentes que buscamos cambiar las cosas desde el aula, pero somos conscientes de que el cambio deberá involucrar también a los padres de familia, a los directivos escolares y al Estado; en donde cada uno de estos agentes visualice a las tecnologías no como eje del proceso de enseñanza aprendizaje, sino como instrumento para construir la sociedad que todos queremos y necesitamos.
Al hablar de la inclusión de las TIC en el aula es necesario comprender que ellas son todo un mundo de oportunidades que permiten no solamente socializar el conocimiento haciendo posible de que éste llegue a los sectores mas lejanos e inclusos empobrecidos del Estado, sino que también el desarrollo de valores y actitudes necesarios en el ser humano: proyectos de aprendizajes, proyectos colaborativos en el aula, permiten el desarrollo de valores como la responsabilidad, la veracidad, la solidaridad, etc.; y proyectos colaborativos entre alumnos de diferentes países permiten al adquirir una experiencia real de “mundo” que el alumno no conoce en físico, pero el cual llega comprender, respetar y valorar. Así las TIC permiten formar a un nuevo ciudadano, que no es ciudadano de un país, sino de todo el mundo y como tal se encuentra comprometido con la búsqueda de mejoría del “otro”, que también es parte de él (de sí mismo).